Durante los últimos días he pensado mucho en el tema del duelo. He recibido correos sobre este tópico, he tenido conversaciones con amigos que están atravesando momentos difíciles, he visto de cerca cómo el ser humano (y yo misma) me he enfrentado a esta situación de perder a una persona, relación o cosa.
En primer lugar, es importante aclarar que el duelo no sólo se vive cuando una persona cercana fallece o deja de estar a nuestro lado, por la razón que sea. El duelo también puede experimentarse al dejar un trabajo, al perder una casa, al alejarnos de algo que es muy preciado.
Lo segundo es que cada duelo es único. Y sin importar la razón del mismo, será del tamaño y de la importancia que cada persona le asigne según sus sentimientos.
Lo tercero, no hay tiempos estimados para superar un duelo. Cada persona, según su ritmo y proceso, irá experimentando las diferentes fases del duelo. Hace poco un amigo, en medio de su dolor inmenso por haber perdido a su padre, me preguntó: "¿Cuánto tiempo me va a durar esto?, ¿Cuándo lo voy a superar?". Con todo el afecto que le tengo, sólo pude decirle: "Va a durar lo que tenga que durar. No lo apures, no lo frenes, sólo vívelo como puedas".
Algunos psicólogos señalan que el duelo tiene fases o estadios. Las describen en el siguiente orden: el primer impacto, negación, dolor, rabia, asentamiento o reajuste, aceptación y paz. Los términos varían según los autores, sin embargo, en su mayoría coinciden.
Igualmente, estudiosos en el tema, indican que el duelo se vive con todo el cuerpo, desde adentro hacia afuera y viceversa. Cuando estamos pasando por un momento doloroso, pareciera que todo se tiñe con ese dolor.
Caminos y soluciones
En este sentido, creo que es fundamental buscar ayuda terapéutica. Un psicoterapeuta podrá acompañarte en tu duelo y brindarte herramientas para atravesarlo de la mejor manera posible, según tus características, recursos y posibilidades.
Ahora, me tomo la libertad de soltar algunas ideas sobre lo que puedes hacer al respecto. Quizá alguna te haga click y puedes probar alguna de ellas.
Vivir el dolor a pleno. El dolor, así como el amor y la alegría, es un sentimiento legítimo y genuino. Así que vivirlo, también lo es. Atravesarlo, experimentarlo es la mejor vía para agotarlo y poder pasar a una nueva situación. Bien dicen que "no se puede llenar una taza a menos que esté vacía".
Maneras de vivir el dolor. Hay diferentes técnicas que puedes experimentar para sacar el dolor de adentro.
Por ejemplo, puedes llorar en la ducha. Es una manera excelente de vivir el dolor en la intimidad. No hay juicios de nadie, no tienes que preocuparte si estás limpio o te ensucias. Simplemente te das el permiso y lloras con todas tus ganas (casi compitiendo con la ducha).
Otra forma puede ser escribirle una carta a la persona, situación o cosa. En esta carta le vas a expresar todo lo que sientes por dentro, lo que te pasa ahora que esa persona no está, lo que sientes por eso que ya no tienes. Trata de que los pensamientos racionales no empañen este escrito. Una vez que termines, puedes botarlo o quemarlo.
El momento de la rabia. En algún momento del duelo puedes sentir rabia o bronca. Exteriorizarla es importante. Ahora bien, lo más sano es sacarla hacia afuera sin hacerte daño a ti o a un tercero. Cuando estés a solas, puedes probar gritar desde lo más profundo de tu estómago, puedes comenzar con una letra "A", "O", y luego puedes ponerle palabras a ese grito, las que te nazcan y que estén relacionadas con el momento que vives.
Igualmente, puedes probar golpear. Hay varias maneras de hacerlo. Una es cerrando los puños y golpeando al aire, como si fueras un boxeador o como si estuvieras en una clase de taebo. La idea es que coloques en frente (de manera imaginaria) a la persona o situación por la que estás sintiendo esa rabia.
Otra manera es tomando una almohada y golpear con ella una pared. A medida que das los golpes, puedes probar decir una frase que te salga en ese momento.
Lo más importante de este tipo de sugerencias es que te preserves y que no te hagas daño físico. Tu persona y tu salud son primordiales.
En una fase posterior, cuando el dolor y la rabia se hayan agotado, es tiempo de reorganización. En este punto también puedes usar el recurso de la carta, esta vez, escribiéndole a la persona o a la situación sobre lo que aprendiste de él o de ella, los que recuerdas de él o de ella y lo que valoras de èl o de ella. Es una manera de rendir honor y darle su lugar en tu vida a esta persona o situación. Aunque en un primer momento parezca imposible, el organismo humano es tan sabio que buscará su equilibrio.
Superarlo sin culpa ni olvido
Hay personas que creen que si dejan de sentir dolor por la que persona que ya no está es porque dejaron de amarlo o porque lo olvidaron. Una vez agotado el dolor y la rabia, llega la paz y el equilibrio. Y eso no quiere decir olvidar o dejar de querer a lo que ya no está.
Por ejemplo, un padre no tiene sustituto y sentir paz no significa dejar de pensar en él, extrañarlo el día de su cumpleaños o amarlo co la misma intensidad que cuando estaba vivo. Es sólo dejar de sentir el dolor que empaña el amor y aceptar lo inevitable y lo que no podemos cambiar.
No creo que haya una conclusión posible ante este tema. Lo único que me atrevo a decir es que las despedidas son vitales, atravesar el dolor es crucial y aceptar lo inevitable es sano. Lo demás, depende de cada quien.
Si quieres hablar sobre algún tema en particular, hacerme un comentario o pedir una cita, estoy a la orden en el teléfono: 15-63649171 o al correo: raizaramirez@gmail.com
Autora del texto: Raiza Ramirez. Psicoterapeuta Gestalt y Periodista.
Desde la ciudad de Buenos Aires (Argentina). Artículos, cuentos, ideas y más sobre Constelaciones Familiares, Gestalt y Crecimiento Personal.
domingo, julio 08, 2007
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6 comentarios:
Muy bueno y útil tu texto sobre el duelo.
A pesar de lo trágico que fue lo ocurrido, creo que ya estoy cerca de la etapa de aceptación y paz; y ahora sé que dejar de sentir tanto dolor no significa dejar de quererlo o indiferencia.
Muchas gracias por todo, Raiza!
Raiza, te leo desde Londres donde vivo y ejerzo como psicoterapeuta Gestalt y Person Centred. Soy una enamorada de la terapia Gestalt y me pareció muy bien enfocado tu texto. Que bueno saber que alguien más comparte mi pasión por Bucay!
Muchos retos en positivo desde Inglaterra, Ana Brown.
Hola Raiza! me gustó mucho el articulo que publico acerca del duelo, muchas gracias, mi nombre es Marcela y soy recién egresada de la carrera de psicología en Tepic, Nayarit, México y me encuentro haciendo mi tesis relacionada con el duelo y la terapia gestalt, espero algun dia convertirme en psicoterapeuta gestalt, podrias ponerte en contacto conmigo para que me recomendaras bibliografia que me pueda apoyar en mi proyecto? mi correo es: mune_marcella@hotmail.com y me puedes encontrar tmb en Facebook, muchas gracias! salud, espiritualidad y prosperidad a ti y a tu familia!
Gracias infinitas por sus aporte s. No tiene idea de lo importante y ayuda que me dan, pues estoy en un callejon largo de dolor... Mas, alivio siento pues sali de dudas: el dolor no teine fecha de vencimiento. Maribel
tu articulo me ha servido de mucho gracias, ahora no me siento tan mal , se que es la fase que me toca pasar
Hola muy buen artículo me gustó mucho... Yo perdí a mi padre hace ya casi once años y lo extraño más que nunca y esa táctica de llorar en la ducha la he usado mucho de verdad me ayuda xq nadie ve mis lágrimas y puedo llorar con muchas más fuerzas sin pena a que nadie me vea, o quizás no sea pena si no es que n me gusta contarle esto que siento a nadie... No sé cuándo pasare esta etapa creo que no he sabido aceptarlo solo sé que todavía me duele como si hubiera sido ayer.. Pero tu articulo me ha hecho pensar muy diferente a lo que yo pensaba quizás de verdad sea hora de que deje de llorarlo tanto quizás a él no le guste verme de esa manera
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