
La tubería rota:
¿Mía o de alguien más?
¿Mía o de alguien más?
Al hablar de Constelaciones Familiares, me gusta comenzar diciendo que es un abordaje terapéutico.
Al mirarlos, podrá comenzar a darse cuenta de las historias que se repiten, hecho éste explicado en el amor ciego que tenemos por nuestra familia y en nuestra necesidad de seguir perteneciendo a ella, nos cueste lo que nos cueste (incluso, a veces, a un precio muy alto para nosotros)
Al mirarlos, también podrá darse cuenta de los posibles EXCLUIDOS que hay en la familia y mirar si está ocupando el lugar que no le corresponde y está viviendo una historia que no le pertenece.
Desde una perspectiva racional, parece extraño pensar que vivo un destino que no es el mío. Sin embargo, en ciertos momentos de tu existencia, puedes haber sentido que no entiendes la vida que llevas y que pareciera que no hay nada que puedas hacer para cambiarla.
Es por amor. Lo que nos mueve es el amor. El amor a nuestros padres, el amor por intentar cambiar una historia triste o trágica de nuestra familia, el amor por traer de vuelta a esa persona que no estuvo, que se fue o que murió trágicamente.
Lo paradójico es que vives tu destino y al mismo tiempo te encargas del de algún miembro de su familia. Y a veces la carga resulta muy pesada.
El ejemplo que se me ocurre para este caso es el siguiente: es como si una persona está dentro de un cuarto y se revienta una tubería, con su mano intenta taparla para que no se inunde esta habitación. A los minutos, se rompe otra, y con la otra mano, él o ella siguen evitando la posibilidad de que la habitación se llene de agua. Un tercer tubo se quiebra, ya no hay manos posibles, quizá un pie pueda evitar que todo se dañe.
Y así vive esta persona. Tratando de salvar a esta habitación que es su familia, aunque el precio sea estar incómodo, en una mala posición corporal, empapado, no poder movilizarse, o todas las anteriores.
Y todo el esfuerzo que hace y el precio que paga por este intento, es mucho para una sola persona. Y no hay forma de cambiar la historia. Cómo evitar que esa tubería se rompa. Puede ser muy arrogante pensar “yo puedo con todo”. O quizá puede ser una ilusión querer salvar esa historia que no tuvo salvación en el pasado.
¿La solución?
MIRAR. ¿Qué significa eso? Cuando el cliente puede observar su sistema familiar, algo cambia.
Siguiendo con el ejemplo de la habitación y las tuberías rotas, sería de la siguiente manera: La persona integra a su EXCLUIDO dentro de este cuarto y lo coloca en el lugar que le corresponde, apartándose el paciente de esta tubería que no le pertenece y que no es su responsabilidad. Y que con mucho amor ha cuidado para lo que cree es el beneficio de su sistema.
Con amor y respeto, honra a este miembro de la familia. Le reconoce su destino, lo mira, le dice que lo deja con su responsabilidad y que lo mire con cariño si él o ella lo logran hacer un poco diferente.
Por sobre todas las cosas, lo MIRA, lo HONRA, le da las gracias por estar en su sistema.
Y ahora, puede marcharse con tranquilidad y encargarse de su propio destino y su tubería, la que le corresponde. Ahora podrá ser un poco más libre y podrá ocuparse de su propia historia, con responsabilidad y acompañado por su familia: seguramente la mejor.
Autor del texto:Lic. Raiza Ramírez
Psicoterapeuta Gestáltica y Terapeuta en Constelaciones Familiares
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1 comentario:
Wow. Encontré genial tu blog. Muchos saludos.
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