¿Cuántas veces usas la palabra DEBO en tu vocabulario? ¿Cuántas veces dices la palabra TENGO dentro de una oración?
Fíjate en estas frases: “Debo ser educada”, “Tengo que ser responsable”, “Debo ser una buena madre”, “Tengo que ser una gran profesional”, entre otras.
¿A qué te suenan estas frases? ¿Te suenan a que las dice una persona con ganas de hacer algo o una persona que está de alguna manera obligada a hacer algo?
En rasgos generales, todos los seres humanos tenemos grabados en nuestra computadora mental algunos de estos mandatos, casi como si fueran leyes que no pueden ser violadas bajo ninguna circunstancia.
La cosa sucede más o menos así. Cuando niños, las personas que se encuentran a su alrededor, bien sea mamá, papá, hermano, tía o maestra, suelen soltar una de estas frases lapidarias: “Fulanito, debes que ser un niño XXX” o por ejemplo, “Debes ser un niño XXX, porque si no, nadie te va a querer” (aceptar, amar o cualquier sinónimo posible).
¿Qué pasa entonces? El niño, quien desea ser amado, aceptado y, por sobre todas las cosas, pertenecer al medio en el que se desenvuelve, comienza a tomar esta frase como un modo de vida. Graba en su pequeña computadora mental que ese “XXX” es en lo que necesita convertirse para ser amado. Con el tiempo, se le olvida preguntarse si ese “XXX” realmente es lo que lo hace feliz, lo que necesita o lo que desea ser o hacer.
¿Cuál es la solución?
Puedes comenzar con algo simple: cambiar el “debo” o el “tengo” por la palabra QUIERO. Repite la frase con esta palabra y mira cómo te resulta al escucharla. Observa si es realmente algo que deseas hacer o algo que te sientes obligado a llevar a cabo. Una vez que veas este detalle, puedes tomar una decisión en relación a tus actos.
Por otra parte, cuando te escuches decir un “debo” o un “tengo” en alguna expresión, tómate unos segundos en silencio. Cierra los ojos y fíjate si puedes darte cuenta quién te está diciendo esta frase y date el chance de preguntarte a ti mismo si realmente es esto que estás diciendo lo que deseas o si estás de alguna manera tratando de complacer a alguien a través de esta acción.
Parte del trabajo de crecer como personas tiene que ver con irnos alejando de los mandatos que no son nuestros para comenzar a hacer contacto con nuestras necesidades y movilizar nuestros recursos para satisfacerlas.
Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en particular, escribe a la siguiente dirección de correo electrónico: raizaramirez@gmail.com.
Autor del texto: Raiza Ramírez.
Este artículo fue publicado en la columna "En primera persona", del semanario Correo del Ávila, de Caracas, Venezuela, durante el mes de mayo de 2007.
Desde la ciudad de Buenos Aires (Argentina). Artículos, cuentos, ideas y más sobre Constelaciones Familiares, Gestalt y Crecimiento Personal.
lunes, junio 18, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Más artículos
- Aceptar las cosas como son
- Actitud gestáltica
- Actualizarme: qué significa eso?
- Anticipar lo peor
- Aquí y ahora
- Balance en las relaciones
- Bioenergética. ¿Qué duele y qué significa?
- Constelaciones Familiares
- Constelaciones Familiares: Los órdenes del amor
- Constelaciones Familiares: la tubería rota
- Constelaciones Familiares: sobre la pareja
- Cuando hablo del otro
- Culpable soy yo
- Cómo funciona el Coaching?
- Day recibir
- Decir Adiós
- Ejercicios para padres
- El Desacuerdo Interior
- El arte de comparar
- El balance en las relaciones
- El callejón del dolor
- El contacto: conmigo y con el otro
- El dolor del duelo
- El duelo y el vaso roto
- El miedo
- El responsable de mis necesidades
- El síndrome de Pinocho
- El terapeuta de Constelaciones Familiares
- El vacío o no sé qué hacer
- El vínculo terapéutico
- Emociones embotelladas
- Equilibrio total
- Esto ya lo había vivido
- Huir por la derecha
- Ideas sobre el aprendizaje
- La Piscina
- La angustia
- La elección de la ensalada
- La empresa de un solo empleado
- La familia: membresía asegurada
- La frustración, qué hacer con ella?
- La herida del abandono
- La madre y el padre: el principio de todo
- La nueva pareja de mi papá
- La oración Gestáltica
- La pareja y el carruaje
- La pareja y el morral
- La persona que perseguía las moscas en las sopas
- La vida corre como una cascada
- Llueve o hace sol
- Lo bueno de estar solo
- Lo bueno de las malas emociones
- Lo femenino y lo masculino
- Lo que necesito
- Lo que tengo y lo que no tengo
- Los DEBO que me tragué
- Los caprichos de Ma. V.
- Los dilemas de la vida
- Los mineros chilenos y sus estados de ánimo
- Los sueños y sus significados
- Los tres círculos
- Límites y su importancia
- Manipulador y manipulado
- Mi lugar
- Mis necesidades
- Negociar desde el cuerpo
- Parejas previas y su importancia
- Prejuiciosos todos
- Quiero pareja
- Quiero que seas como yo quiero que seas
- Ser congruente
- Ser responsable
- Ser tú mismo
- Ser y parecer
- Te (me) quiero más que a mi vida
- Terapia para dos
- Terapia, ¿Para qué y para quién?
- UNO
- Víctimas y perpetradores
- Yo manipulo
- Yo, tú y el ambiente
- ¿Con quién quieres bailar?
- ¿Cuáles son tus sueños?
- ¿Cómo está tu autoestima?
- ¿La Autoayuda ayuda?
- ¿Neurótico yo?
- ¿Quién es el bueno y quién es el malo?
- ¿Quién soy hoy? Mi actualización
- ¿Quién tiene el control?
- ¿Qué es eso de la Gestalt?
- ¿Qué me contiene?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario