
El control es una ilusión. Creer que se tiene “el control” o que se está “al control” de una situación, es casi siempre una idea hilarante.
En el control, desde el punto de vista emocional, hay dos integrantes fundamentales: una parte que controla y otra que es controlada. Y puede manifestarse tanto en las relaciones interpersonales, como en mi vinculación intrapersonal (mi relación conmigo)
El verdadero problema ocurre cuando este controlador y el controlado no logran ponerse de acuerdo en una meta en común. El primero, intentará hacer lo que crea necesario para que el segundo, camine a su paso, a su ritmo y hacia donde él indica. Sin tomar en cuenta las condiciones que se encuentran alrededor: es como querer tomar el sol, cuando afuera está lloviendo.
La mejor manera para “salir” de este círculo entre estos dos personajes, es que el controlador pudiera soltar al controlado y desde la distancia, negociar lo que desean hacer en conjunto.
Maneras de afrontarlo. Un ejemplo
En la autopista que cruza la ciudad de norte a sur, todos los días hay tráfico pesado entre las 5 y las 7 de la tarde. Este es un hecho conocido, que suele repetirse casi a diario.
Como usuario de esta vía, tengo varias opciones. Veamos a detalle:
Si actúo desde el CONTROL, puedo entrar a esa autopista e intentar aligerar el tráfico, movilizando los autos de las demás personas hacia donde creo que deben ir, a la velocidad que yo creo deben ir y arreglando este orden de la manera que yo pienso y siento que es la mejor. Actuar de esta manera no me garantiza (para nada) que vaya a tener éxito en mi misión, sea cual sea ésta.
Una segunda manera de afrontar este tema es simplemente dejarme estar en este tráfico. Colocar música, subir el aire acondicionado y disfrutar de la mejor manera posible, la situación que estoy viviendo.
Incluso, puede haber una tercera opción. Mirar que hay tráfico en la autopista y antes de entrar en él, tomar otra vía e intentarlo desde otro lugar. En esta nueva carretera no se lo que me espera, solo se que es una vía que me llevará a un lugar al que deseo llegar.
La pregunta al final: ¿Desde dónde quieres actuar?
Autor del texto: Raiza Ramírez
Psicoterapeuta Gestáltica y Terapeuta en Constelaciones Familiares
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