
Cuando dos personas se relacionan se teje una red entre ellas. Es una red invisible, casi como una telaraña que, marca la forma en la que estos dos seres humanos se van a vincular o cómo será la dinámica de la relación.
Es como una suerte de guión que se va escribiendo. Cuando tú dices esto, yo reacciono de esta manera. Cuando yo te hago aquello, tú respondes de cierta forma.
Cuando ambas partes se sienten en balance y es armonioso el intercambio, la relación camina y tiene posibilidades de crecer. Cuando no es así, comienzan las dificultades y los problemas.
¿Qué pasa cuando una persona entrega más que la otra en una relación? ¿Qué pasa cuando una de las dos recibe más de lo que entrega? Se crea un desbalance entre ellos que, de permanecer, es probable los distancie en el tiempo.
Si bien es difícil generalizar, pues cada caso y pareja es un mundo, hay algunos aspectos que se repiten. Veamos algunos ejemplos.
El que entrega más y recibe menos, puede correr el riesgo de quedarse sin nada entre sus manos. Lo da todo por la relación y no se guarda nada para sí mismo. Y al darlo todo, llega un punto en el que ya no tiene nada más que entregar. A veces, esta persona, actúa de esta manera, pues necesita garantizar el afecto del otro y cree que de esta manera esto pasará.
Por el otro lado está quien recibe más y da menos en el vínculo. Toma sin pedirlo, sin manifestar que lo necesita, solo lo toma. Y no entrega en balance a lo que va tomando. Probablemente porque la otra persona no se solicita o demanda, o quizá porque ésta no tenga mucho para darle.
Entre ambos puede tejerse una red de dependencia: ambos se necesitan. Uno, para entregar; y el otro, para recibir. Y aunque por un tiempo, esta forma de relacionarse les puede funcionar, en un punto, la balanza buscará su equilibrio y esto puede hacer que la relación entre en crisis.
Para esto, la solución es simple y complicada al mismo tiempo: buscar y encontrar el balance. Hay una frase que lo resume: “No des más de lo que puedas recibir. No tomes más de lo que estés dispuesto a dar”. Sólo así se va logrando el equilibrio en una relación y la posibilidad de mantenerse en el tiempo.

Autora del texto: Lic. Raiza Ramírez
Psicoterapeuta Gestáltica y Terapeuta en Constelaciones Familiares
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