miércoles, septiembre 26, 2007

Prejuiciosos todos

Prejuicio es un juicio previo. Todos los seres humanos los tenemos y los usamos. La razón es simple, vivimos experiencias que “contaminan” o dictaminan cómo será en el futuro nuestra relación con ciertas situaciones o tipos de personas. Y si no las experimentamos, escuchamos de terceros cómo “son” las cosas y las creemos fielmente.

Por ejemplo, desde lo más básico. Si a una persona la mordió un perro y esto le generó dolor y problemas, es probable que luego tenga cierto recelo ante estos animales. Una experiencia puede condicionar un juicio.

Los prejuicios funcionan como grandes etiquetas: “Todos los hombres son mentirosos”, “Todas las mujeres sin interesadas”, “Las mujeres que usan escotes pronunciados son más fáciles que las que no lo hacen”, “Los hombres sólo quieren tener sexo con las mujeres”, entre otros. Estas frases quizá la has escuchado muchas veces, incluso pueden haber salido de tu boca alguna vez. ¿Son ciertas, falsas, son tuyas, son ajenas? ¿Para qué te sirven?

Lo sano de los prejuicios.

Es fundamental saber y asumir que existen, tanto en mi vida como en la del otro. Luego, es importante chequear nuestra idea preconcebida y mirar si realmente me pertenece a mí (por una experiencia previa) o es algo que cargo encima como parte de mi herencia social.
Un prejuicio nos puede servir, si lo sabemos utilizar, para cuidarnos, preservarnos y protegernos ante ciertas situaciones. Esto se hace, utilizando nuestra experiencia previa y aprovechándola para evitar eso que no es dañino y vivir lo que necesitamos.

Lo no sano de los prejuicios.

Algunas veces, estas etiquetas previas pueden alejarnos de las personas. Si de entrada nos acercamos al otro con nuestra maleta llena de prejuicios, lo más probable es que no logremos contactarnos genuinamente con el otro, pues en entre esa persona y yo, habrá una serie de etiquetas previas que no nos dejarán comunicarnos desde quien somos realmente.

Tómate un tiempo y revisa tu lista de prejuicios. Fíjate si te pertenecen a ti o son de alguien más. Y trata de vivir la experiencia de contactarte con el otro sin esta mochila de etiquetas. Notarás la diferencia.

Si quieres concertar una cita o te interesa tratar algún tema en particular, me puedes contactar a través del siguiente número de teléfono: 15-63649171 o a través del correo electrónico: raizaramirez@gmail.com

Lic. Raiza Ramírez
Terapeuta Gestáltica

miércoles, septiembre 05, 2007

Ser tú mismo

Es probable que hayas escuchado muchas veces decir lo siguiente: es necesario “ser uno mismo”, que lo más importante en la vida es ser auténtico, ser tú, no ser otro, ser quien eres y un largo número de frases que quieren decir más o menos lo mismo.

Ser tú mismo. ¿Qué significa esto?

Esta frase puede tener muchos significados. Puede mirarse desde diferentes ángulos, puede abordarse desde varias teorías, tendencias o formas. Al final, creo que llegamos al mismo punto: a la forma en la que te encuentras en el mundo y cómo vives en él.

¿Qué te gusta? ¿Qué te disgusta? ¿Con qué sueñas? ¿Qué deseas? ¿Haces lo que deseas o sientes que el otro es quien lleva el control de tu existencia? ¿Quién eres?

El camino de conocerse a sí mismo es profundo e infinito. Sin embargo, creo que este recorrido comienza desde lo más simple: desde el contacto con tu persona, con tu piel, con tu cuerpo, con el que eres hoy.

Te propongo hacer un ejercicio.

Para realizarlo necesitas 10 minutos, aproximadamente. Igualmente, te recomiendo que lo hagas a solas, en un momento de tranquilidad.

El espejo

Busca un espejo en tu casa, preferiblemente de cuerpo entero. Detente frente a él. Mírate. Desde arriba hacia abajo. Desde la cabeza hasta los pies. No te critiques, sólo obsérvate. Trata de que tus ojos se paseen lentamente por tu cuerpo.

Ahora, quédate un rato en tu cara. Observa tus ojos, tus facciones, tu nariz, tus mejillas, tu boca, tus orejas. Trata de fijarte en detalle en cómo es cada parte de tu cara. ¿Cómo son tus cejas? ¿Qué forma tienen? ¿Cómo son tus pestañas? Una vez más, no te critiques. Trata de convertir esa mirada en un toque amoroso.

Sigue así por todo tu cuerpo. Fíjate en tus brazos, tu pecho, tu espalda, tus hombros, tu abdomen, tus caderas, tus muslos y piernas, tus pies.

¿Cómo es para ti observarte? ¿Qué miras? ¿Te reconoces en ese espejo? ¿Desde hace cuánto no te encontrabas contigo? ¿Desde hace cuánto no te dedicabas unos minutos para ti, para mirarte?

Una vez que acabes la experiencia, puedes buscar una hoja de papel y describir cómo fue este momento para ti. Prueba escribirle una carta a la persona que viste en el espejo y cuéntale cómo fue encontrarte con él o con ella en este momento.

Si quieres concertar una cita o te interesa tratar algún tema en particular, me puedes contactar a través del siguiente número de teléfono: 414-2788522 o a través del correo electrónico: raizaramirez@gmail.com

Lic. Raiza Ramírez
Terapeuta Gestáltica

Qué es Bebé Gestalt

Mamá y Papá: el principio de todo.

Mamá y Papá: el principio de todo.
La vida viene de mamá y papá. Y yo, como hijo soy 50% mamá y 50% papá. Estoy conectado una suerte de “hilos invisibles” a ellos y a los que vinieron antes que ellos y que hicieron posible mi vida. A donde me mueva y vaya, los hilos van conmigo. (Haz clic sobre la foto para leer el texto completo)

¿Neurótico yo?

¿Neurótico yo?
Fritz Perls, creador de la Terapia Gestáltica, escribió que todos los seres humanos somos neuróticos. Esta aseveración quizá puede resultar antipática para algunos, ¿cómo es posible esto? A continuación podrás leer algunas pistas que te ayudarán a saber si eres neurótico o no. (Haz clic sobre la foto para leer el texto completo)

¿Llueve o hace sol?

¿Llueve o hace sol?
Si se pudiera hablar de un “ideal”, sería el siguiente: tener el paraguas a la mano, estar pendiente del tiempo y probar. A veces será el momento de abrirlo porque el cielo anuncia tormenta y otras veces de cerrarlo pues el sol está resplandeciente. (Haz clic sobre la foto para leer el texto completo)

La pareja y el morral

La pareja y el morral
Una mujer, luego de pasar un tiempo sin pareja, conoce a dos hombres: A y B. El “A” parece tener todas las cualidades “buenas” que ellos “deben tener”: es soltero, tiene una buena posición económica, está disponible para ella, es cariñoso, de buena familia. El “B”, pareciera cargar una mochila más grande: tiene un hijo, una ex mujer y algunos problemas sin resolver. (Haz clic sobre la foto para leer el texto completo)

La empresa de un solo empleado

La empresa de un solo empleado
Por muchos años esta mujer tuvo y mantuvo una empresa de múltiples empleados. Estaba tan atareada con sus ocupaciones que se olvidó de ella misma. A veces no se pagaba el sueldo, hubo años en los que no vio utilidades. (Haz clic sobre la foto para leer el texto completo)