
Todas las personas tenemos una herida de abandono impresa en nuestro organismo. Bien sea porque mi mamá no estuvo presente en mi infancia, mi papá murió cuando yo era muy pequeña, mis padres tuvieron que irse de viaje y me dejaron con mis abuelos, crecí separada de mis hermanos, etc.
Esta es una herida, que si no se sana, late durante toda la existencia como si hubiera sucedido ayer. Y cuando aparece alguna amenaza de posible dolor, la cicatriz cobra vida y vuelve la sensación de malestar.
Ante la posibilidad del sufrimiento, y como el individuo no quiere pasar por la sensación triste otra vez, pueden haber tres salidas: huir, paralizarse o pelear.
Cuando huyo, generalmente la persona abandona antes de que lo abandonen. Hay una fantasía de que lo pueden dejar (esto aplica para el trabajo, relaciones, familia, pareja), entonces prefiere ser él quien deje el vínculo, pensando que así no sufrirá. Sin darse cuenta, que de la misma forma, se lo pasa mal. La herida sigue viva.
Si se paraliza, es como si quedara congelado. No sabe qué hacer. Escoge no hacer, creyendo que así estará a salvo. Y la herida sigue viva.
Cuando pelea, desde su dolor se enfrenta al otro. Vienen los conflictos, no sabe cómo o por qué e igualmente lo hace. Se enfrenta con su “oponente” desde su herida. Tratando de que el otro sienta al menos un poco de esa sensación que tiene en su cuerpo. ¿Y la herida? Sigue viva.
Para sanar la herida, hay que trabajarla, mirarla, reconocerla, asentir a ella, a la historia, al pasado, a lo que fue como fue, sin pretender cambiar nada. Solo así, mi encuentro con el mundo podrá ser un poquito diferente.

Autor del texto:
Lic. Raiza Ramírez
Psicoterapeuta Gestáltica y Terapeuta en Constelaciones Familiares
6 comentarios:
me parece muy bueno ojala muchos nos dieramos un tiempo para conocer de las emociones que nos guian y como podemos solucionar o ayudar en ese aspecto.
Agradezco la información, aunque observo que tu conclusión es poco motivadora, cuando dices "solo así mi encuentro con el mundo será un poquito diferente",
Realmente quiero sanar el abandono. Siento la necesidad de hacerlo, pero quiero que mi encuentro con el mundo sea realmente diferente. gracias.
Un trabajo personal imprescindible, que conviene hacer cuanto antes mejor. Pues el tiempo pasa y no se detiene.
Hola Raiza, me acabo de dar cuenta de un abandono por parte de mi madre ya fallecida, cuando yo me gradue de bachiller, mi mama no fue al acto de grado, yo fui sola, y aun cuando estabamos en la misma ciudad. Cuando me gradue en la universidad mi mama tampoco no fue al acto de grado,alli si fue en otra ciudad muy distante, que significa eso, como cerrarlo y que nunca mas me recuerde de ese evento.
no creo que solo coneso baste. si puede ser un primer paso.
Hola Ariel! Un paso siempre es un paso. Vamos de a poco. Cada quién verá lo que necesita cuando lo necesite. Gracias por escribir!
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