lunes, junio 01, 2009

¿La Autoayuda ayuda?

Los libros de autoayuda ocupan grandes lugares dentro de las librerías. Es un fenómeno que parece haber trascendido una simple moda y se ha convertido en un mecanismo de búsqueda para ávidos lectores que necesitan una guía para su camino.



Existen libros, manuales, sitios en Internet, grupos, revistas, publicaciones. Todos con la misma etiqueta: “autoayuda”. Un concepto que se ha popularizado y vinculado con la posibilidad de salir de un problema, en teoría, sin ayuda externa.

Aceptada por algunos. Rechazada por otros. ¿Realmente es posible que una persona logre sanar sin ayuda de otro? ¿Es tan simple como leerse un libro y pasar de la tristeza a la felicidad?

En primer lugar, parece ser necesario definir de qué se habla cuando se aborda este término. Gabriel Rodríguez, terapeuta y especialista en dinámica social, señala que el concepto tiene fronteras muy etéreas. 
“Puedo ir a terapia y se puede considerar autoayuda, siempre y cuando haga algo con esta información. Le doy una validación personal y decido que me va a ayudar”, explica. 

Agrega que puede ser una forma o vía para que una persona pueda comenzar a mirar sus potencialidades y reconocerlas. Por su parte, Alfonso Angulo, especialista en dinámicas de grupo, la define como una serie de parámetros o fundamentos para encontrar una solución a un evento que resulta movilizador.

¿Líder o seguidor?


Uno de los principios fundamentales de la autoayuda es que, en teoría y como su nombre lo indica, es la propia persona la que a través de ciertas herramientas –teóricas- resuelve una situación que le está resultando conflictiva para su vida. Pero, ¿esto es realmente así?

“La autoayuda está dirigida por algo o alguien, el autor del libro, por ejemplo. Así que, de cualquier  manera, estoy siguiendo a algo o a alguien. Quizá lo estoy aplicando solo, pero estoy siguiendo los parámetros de alguien”, dice Alfonso Angulo.

En este mismo sentido, Gabriel Rodríguez explica que la terapia funciona de manera parecida a la religión. “Hay un elemento de disposición y uno de fe, que es funcional y le sirve a quien lo profesa, y no necesita una base racional o de entendimiento”, expresa el terapeuta.

Los especialistas consultados creen que la terapia, de la corriente que sea, se puede considerar una forma de autoayuda. Y lo sustentan de la siguiente manera: “Al visitar a un terapeuta, ya me estoy ayudando. Voy a un lugar a hacer un trabajo, a revisar mi existencia, a hacer cambios, sea agradable o no”, dice Alfonso Angulo.

Para Rodríguez, lo fundamental del tema es que la persona valide esa herramienta que está necesitando recibir o tomar. “La autoayuda funciona cuando el individuo quiere recibir ayuda”, explica.











¿Qué busco?

Reza la frase popular “el maestro aparece cuando el alumno está preparado”. Esto puede sustentar que hace cinco años un determinado autor fue transcendental para un ser humano, y en el presente, esta misma persona ya no lea a este escritor, sino que se encuentre en otra actividad.

“Cuando buscas consejos, normalmente encuentras ése que quieres escuchar”, dice Rodríguez.

Alfonso Angulo, por su parte, dice que cada individuo toma un camino, el que mejor le parezca, para llegar a su verdad. “Voy a decidir mi ruta y me voy a identificar con el autor o tendencia que se parezca más a mí o a lo que está dentro de mí que está buscando salir”, dice el especialista.

La búsqueda personal nace desde un deseo de cambio, y quizá también, desde la sabiduría interna de que realmente la persona puede modificar algún aspecto de su vida. “El individuo comienza a tomar conciencia de su poder, su condición y de su posibilidad de cambiar por sus propios medios”, dice Angulo.

“Yo puedo solo”

Si bien la auto observación es fundamental para el proceso de crecimiento personal, la falsa creencia de que “yo puedo solo”, puede restar objetividad dentro de este mismo viaje interior.

“Pensar de esta manera, me puede restar objetividad. Puedo pensar que resolviendo lo que a mí me parece, solucioné toda la situación. Y no nos damos cuenta que nuestros mecanismos de defensa nos resguardan para evitar ver eso que nos duele o perturba”, indica Alfonso Angulo.

En este mismo tema, Gabriel Rodríguez señala que el ser humano es gregario por naturaleza y necesita al otro para su vida. 

“Me leí todos los libros”

¿Qué pasa con las personas que se convierten en coleccionistas de libros de autoayuda? Se los devoran y son capaces de recitar públicamente lo que los autores teorizan en sus publicaciones. 

“La autoayuda sin responsabilidad no es más que una masturbación mental”, opina Rodríguez. “El tema –continúa- no es que se puedan aplicar soluciones, sino que se haga”.

Estos mismos individuos que se convierten en enciclopedias ambulantes, pueden ser muy buenos para dar consejos a los demás y no tan efectivos para trabajar en su propia existencia. Aunque es una paradoja, puede ser muy real en la cotidianidad.

Es allí, donde a juicio de los especialistas, la responsabilidad juega un rol fundamental. No se trata de la cantidad de libros que se puedan leer o de mil horas de terapia a las que se puedan asistir, el tema está orientado en lo que se hace con toda esta información y cómo se integra a la vida cotidiana.



Los PRO y  CONTRA de la Autoayuda

Lo positivo
+ Posibilita que el seguidor comience a hacer consciente una información, es decir, empieza a vivir con ella y a incluirla en su día a día.
¬+ Permite reconocer potencialidades en ti.
+ Puede ampliar horizontes. Reconozco  lo que sucede en otros lugares y a otras personas. 
+ Se puede aprender de la experiencia ajena. 
+ Se logran identificar alternativas o formas nuevas para resolver situaciones conflictivas.
+ Da la opción de validar acciones y decidir desde cada quien, si aplico cambios o no.

Lo negativo
- La falsa creencia de que la persona es “Superman” y puede resolver el mundo por sí mismo. Esto, lo puede segregar del colectivo y disminuir su capacidad de encuentro y contacto.
- Si estas posibles soluciones dadas afuera, no se ponen en práctica; pueden convertirse  en frustraciones.
- Es una entelequia. ¿Quién dice que de verdad me ayudo? ¿Cómo se pondera la eficiencia de los resultados? ¿Cómo se valida que es una alternativa que sirva o no? 
- El hecho de que le funcione a otro, no es garantía para todos.
- La persona puede acercarse a una herramienta con determinadas expectativas. ¿Y si no la llena? ¿Y si la moviliza y este individuo no sabe qué hacer con ese proceso?



Selección de libros
Dentro de la gran variedad de posibilidades editoriales, los entrevistados seleccionaron algunos de los títulos que a su juicio, son significativos dentro del tema:
- El arte de amargarse la vida. Paul Watzlawick.
- El caballero de la armadura oxidada. Robert Fisher.
- El arte de amar. Erich Fromm.
- El loco. Khalil Gibrán.
- Cuentos para pensar. Jorge Bucay.
- Tus zonas erróneas. Wayne Dyer.
- El Alquimista. Paulo Coelho.




Autor del texto:
Este artículo fue escrito por Raiza Ramirez, Psicoterapeuta Gestalt y Terapeuta en Constelaciones Familiares. Con la colaboración de: José Gabriel Rodríguez y Alfonso Angulo.
Este texto fue publicado en la revista Estética y Salud del mes de mayo de 2009.


1 comentario:

Acuarius dijo...

los libros de autoayuda debieran ocupar las estanterias de todos los colegios, institutos y universidades...una asignatura más....muy importante...para que la psique de las personas estuviese mas equilibrada...aunque no haga esto gracia a quienes trabajan en este campo porque tal vez disminullese el numero de sus pacientes...un saludo.

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